viernes, 13 de febrero de 2009

“Han corrido más para salvar a los Bancos que a los pobres y hambrientos”


El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, criticó hoy la diligencia de los mandatarios occidentales para salvar el sistema financiero en contraste con su actitud para afrontar problemas como el hambre en el mundo.

Se ha corrido a toda velocidad para salvar a los bancos pero no se ha puesto el mismo interés para salvar a los analfabetos, los hambrientos, los enfermos“, aseguró el canciller cubano en una rueda de prensa en París.

Pérez Roque criticó “la diligencia con la que se ha trabajado para buscar cuantiosos fondos para salvar a bancos y empresas financieras que especularon y crearon este caos”.

Esta misma determinación no ha existido para buscar dinero que permita cumplir los objetivos del milenio, para lo que apenas se necesitaban 150.000 millones de dólares“, aseveró.

Para el ministro cubano, si los líderes internacionales hubieran puesto la misma determinación en buscar el dinero para cumplir esos objetivos que la que pusieron para salvar a los bancos “habría habido un gran progreso en materia de derechos humanos en estos últimos años“.

Pérez Roque afirmó que la crisis financiera “no es un evento pasajero”, sino el fruto de la “debilidad estructural” de un “sistema de producción y consumo impuesto al mundo y que es irracional, insostenible y que debe ser profundamente reformado”.

En este sentido, el canciller apostó por abrir “un debate sobre el futuro amplio, transparente, democrático e incluyente”.

Éste “no debe hacerse en un pequeño club de países que decida por 200″, afirmó Pérez Roque, que propuso la Asamblea General de la ONU “como el foro más amplio y democrático” para debatir.

Más allá de la crisis, el ministro aseguró que el principal obstáculo al desarrollo económico de Cuba es el bloqueo impuesto por Estados Unidos.

Un día después de haber mantenido el primer encuentro ministerial con representantes de la Unión Europea en cinco años, Pérez Roque pidió a los responsables comunitarios que presionen a Washington para levantar el bloqueo.

“Deben defender con más energía a sus empresarios para que puedan ejercer el derecho a invertir y comerciar con Cuba”, aseguró.

El levantamiento del bloqueo, que será debatido el próximo día 29 en la Asamblea General de la ONU, sería “una oportunidad de desarrollo económico para Cuba y también un reto desde el punto de vista ideológico y político”.

Pérez Roque mostró su deseo de que el próximo presidente de Estados Unidos cambie su actitud hacia Cuba.

El Gobierno de (George) Bush ha sido el peor en la política con Cuba. También en otros aspectos”, aseguró el canciller, quien relató que la Administración estadounidense “ha llegado a la esquizofrenia de perseguir a ciudadanos que sólo querían visitar Cuba”.

El ministro afirmó que tiene un favorito en las próximas elecciones en Estados Unidos pero no quiso desvelar su nombre. “Que decidan los estadounidenses”, afirmó.

Vía Efe

FOTO LEYENDA: PARIS (FRANCIA) 17.10.08. - El ministro de Exteriores cubano, Felipe Pérez Roque, responde a los periodistas durante la rueda de prensa celebrada en la embajada de Cuba en París para informar del resultado de la primera cumbre ministerial que celebran la Unión Europea y Cuba desde 2003, en París (Francia), hoy viernes 17 de octubre. Pérez Roque se reunió con sus homólogos francés, Bernard Kouchner, y checo, Karel Schwarzenberg, -en representación de la actual y de la próxima Presidencia de la UE- y con el comisario de Desarrollo, Louis Michel. El objetivo de la cumbre fue abordar el conjunto de la relación entre Cuba y la UE, en particular los derechos humanos, la cooperación en materia de prevención y respuesta a las catástrofes naturales así como la seguridad alimentaria y la crisis financiera mundial. Hasta junio pasado, la UE mantenía las sanciones diplomáticas con el régimen cubano impuestas como respuesta a las medidas adoptadas por La Habana en relación con las condenas a 75 disidentes del régimen a penas de hasta 28 años de prisión en la primavera de 2003. EFE/Lucas Dolega

domingo, 8 de febrero de 2009

Estados Unidos ha perpetrado la mayor estafa financiera de la historia de la humanidad

http://hereticdhammasangha.files.wordpress.com/2008/05/obama_super_obama.jpg

Para el historiador Emmanuel Todd, la elección de Barack Obama «concederá algunos años suplementarios de vida al imperio», pero no será suficiente sin embargo para restaurar la autoridad de una potencia en vías de desmantelamiento. La anunciada elección de Barack Obama se interpretará como una restauración de la democracia estadounidense, afirma Emmanuel Todd, pero, ¿será suficiente para operar las rupturas esperadas? El historiador y demógrafo, que escribió en 2002 la obra Después del Imperio: Ensayo sobre la descomposición del sistema norteamericano, no esconde su perplejidad. Aunque acoge con entusiasmo la llegada de un presidente negro a la Casa Blanca teme, dijo, que el acontecimiento no se inscribe en un «proceso de desintegración». Hace seis años usted describió un país convertido en «un elemento de desorden internacional», ¿la elección de Barack Obama puede modificar este hecho?
Al principio esta elección dará la imagen de que Estados Unidos reflorece. Con Bush hemos tenido el peor de los presidentes, una especie de Rantamplán belicista que con su torpeza acelera la destrucción del imperio estadounidense. Con Obama reaparece la imagen de un país dinámico y optimista. Un país civilizado, con una política exterior más razonable, que aspira a retirase de Iraq, que no quiere declarar la guerra a Irán. Un país, sin embargo, que también podría permanecer anti ruso como el anterior, los demócratas consideran a Rusia como el único auténtico adversario estratégico de Estados Unidos.
En el actual clima de derrumbamiento, de fracaso financiero y moral, y teniendo en cuenta la increíble responsabilidad de EEUU en el desbarajuste mundial, la victoria de Obama permitirá a los pro estadounidenses de los países occidentales decir que Estados Unidos vuelve a ser maravilloso. Esta victoria concederá algunos años de vida suplementaria al imperio.

La llegada de un negro a través de las urnas a la Casa Blanca, ¿no confirma las transformaciones que se han operado en la sociedad estadounidense?
Se producen dos acontecimientos realmente extraordinarios en Estados Unidos. La implosión del sistema financiero y del mito económico por un lado y la implosión de la estructura racista por otra parte. En estas condiciones, se entiende que los estadounidenses se hallan en una especie de estado de levitación. Ahora bien, aunque el derrumbamiento del sentimiento racista obviamente es una buena noticia, el racismo habrá desaparecido realmente el día que los electores no esperen nada en particular de un presidente por el hecho de que sea negro. Obama es un político estadounidense. Su discurso está lleno de las referencias habituales a los valores religiosos. Está rodeado de personalidades procedentes del establishment demócrata, los mismos demócratas que, incluso en mayor número que los republicanos, votaron las subvenciones al sistema bancario.
¿La elección de Barack Obama no aboga por la vitalidad de la democracia estadounidense?

Lo que ocurre es extraño y paradójico. Si se observa la historia de Estados Unidos se constata efectivamente que el racismo no es en absoluto un pequeño defecto de la democracia blanca, sino que es el fundamento. Al principio los colonos ingleses no daban gran importancia al valor de la igualdad, ni en la familia ni en ningún sitio. Eso permitió entonces asimilar a los europeos de orígenes muy diversos; la cuestión es la fijación de la diferencia con los indios y los negros. En la América de Jackson, el presidente era un héroe de las guerras contra los indios. El racismo fue el motor del surgimiento de la democracia. Actualmente asistimos a la ascensión de una plutocracia irresponsable: el aumento de las desigualdades constituye la dinámica fundamental de la sociedad estadounidense. Estados Unidos deja de ser democrático en el sentido económico del término. El racismo está en declive, pero la democracia está enferma. Se pudre ante nuestros ojos. Por eso me temo que se puede desplomar rápidamente. Una parte de la oligarquía está detrás de Obama, quien, por otra parte, recaudó más dinero de los ricos que McCain. Su elección se interpretará como una regeneración de la democracia estadounidense. Por mi parte pienso que más bien forma parte de un proceso de desintegración.

Estados Unidos cuenta con algunas de las mejores universidades del mundo, por lo cual arrastra de todas partes los capitales, los investigadores, los empresarios de la nueva economía, ¿todo esto no le asegura un lugar central en la competencia internacional?

Algunas universidades, en efecto, son muy buenas. Pero la mayoría de ellas son de una mediocridad absoluta. En el ámbito de la producción científica y tecnológica las cifras son inequívocas: Europa es, una vez más, el centro de gravedad del mundo. Son los europeos quienes saben construir las centrales nucleares modernas o quienes fabrican los aviones más grandes, a pesar de la desaceleración.
El huracán Katrina en 2005 constituyó el primer momento de la verdad. Demostró de repente que los estadounidenses no disponen de suficientes ingenieros para proteger las ciudades o reconstruirlas. Pienso también que el conflicto del Cáucaso contribuyó, durante el verano pasado, a la precipitación de la crisis financiera. La ausencia de Estados Unidos se percibió como un momento de aterrizaje en la realidad.
En la industria estadounidense permanecen sectores con futuro: la informática, la Silicon Valley...

Si reflexionamos sobre lo que era Estados Unidos en 1945, es sorprendente comprobar que no queda nada de su potencia industrial y tecnológica. Pero, mientras que son excedentarios en todos los ámbitos, actualmente registran un déficit comercial de 800.000 millones de dólares. La velocidad de regresión es alucinante y no la salvará la informática: La India pronto le dará la estocada.
¿El programa económico del candidato demócrata puede contrarrestar la depresión que amenaza?

No tiene ningún programa económico. Al principio de la campaña propuso algunas medidas proteccionistas, pero el déficit comercial es tal que el proteccionismo implicaría en un primer período un descenso dramático del nivel de vida.

Se confunde a Obama con su imagen. Sin embargo las dificultades de EEUU van mucho más allá de una imagen. De momento el dólar se mantiene porque en el exterior las instituciones, las personas ricas y los Estados quieren que Estados Unidos permanezca en el centro del mundo. Pero la situación no cambiará: incluso se deteriorará todavía más. Ahora la cuestión es saber, con el final de la mecánica de las subprimes, cómo conseguirán los estadounidenses los medios financieros para seguir viviendo a expensas del planeta.
Estados Unidos mantiene una gran capacidad de influencia sobre los líderes de opinión del mundo occidental, ¿se está deteriorando esa imagen?

Estados Unidos es una imagen. No se puede hablar de ese país sin evocar el cine, los escenarios de folletines televisivos, Hollywood. En todo lo estadounidense hay una parte extraordinariamente virtual. Y ahora, por etapas, se ve como va emergiendo la realidad. En ese sentido va a ser muy interesante seguir la evolución de la opinión en las oligarquías financieras occidentales. Éstas experimentan un sentimiento de solidaridad con EEUU. Pero también las han desplumado… En este momento no me gustaría ser un plutócrata francés del mundo financiero.
¿El concepto de «superpotencia» tiene un significado para usted?

En el terreno militar el mundo ya es multipolar. La incertidumbre mantiene la ilusión de que los estadounidenses siguen en su sitio. De alguna forma son como los rusos después del hundimiento del comunismo. Mientras una potencia de esta naturaleza todavía posee su ejército, no está a salvo de reacciones irracionales.
Estados Unidos también ha perdido la supremacía que ocupaba en el terreno económico. Con la aventura de las subprimes acaba de perpetrar, sin duda, la mayor estafa financiera de la historia de la humanidad. En otras palabras, ya no está en el dominio de una superpotencia, pero teniendo en cuenta la ausencia de regulación de la economía mundial, USA sigue teniendo una «supercapacidad de hacer daño».
Original en francés: http://www.tdg.ch/actu/monde/empire-sursis-democratie-voie-dislocation-hyperpuissance-demeure-chine-russie-2008-10-31

Emmanuel Todd, politólogo, ensayista y antropólogo francés, es doctor en Historia por la Universidad de Cambridge y diplomado del Institut d'Études politiques de Paris.

viernes, 6 de febrero de 2009

Explicacion del modelo economico argentino en el 2009

La curva de Phillips

En Macroeconomía, la curva de Phillips es una supuesta relación inversa entre la inflación y el desempleo. Si en un eje de coordenadas colocamos en las abscisas la tasa de desempleo y en el de las ordenadas la tasa de inflación, obtenemos una curva con pendiente negativa, similar a la de la demanda.



En otras palabras, Phillips estudió los índices de inflación y desempleo de Inglaterra para distintos años y los ubicó en el gráfico con un punto. Así observó el patrón de la curva en pendiente negativa; esto quiere decir:

“Cuando hay inflación no hay desempleo, y cuando hay desempleo no hay inflación”

Así parece que los gobernantes debían elegir uno de los dos males para sus economías, esto se puede ver aplicado en lo que vivimos años atrás en argentina:

Nota Diario Clarín 25/08/1999:

De la inflación a la deflación

El siglo arrancó con deflación. Pero desde los 50, y hasta principios de los 90, reinó la inflación. Con la última década, vuelve la caída de precios


ISMAEL BERMUDEZ
El siglo XX estuvo recorrido por la inflación y la deflación, con pocos momentos de estabilidad de precios. Comenzó con una crisis recesiva y caída de precios. Y termina de la misma manera.El fenómeno se repitió en todo el mundo. Pero la Argentina fue un caso paradigmático de hiperinflación (1975 y 1989-90) y de hiperdeflación (1921-22 y 1931-33). Convertibilidad y cambio fijo fueron el signo de la Argentina de comienzos de siglo. Era la época del patrón oro: en 1899 se fijó la paridad en 0,44 peso oro por cada peso nacional. En ese momento, con la colonización, había un gran ingreso de capitales y el precio del oro estaba cayendo, por lo que la convertibilidad se hizo para evitar que el peso se apreciara más, lo que perjudicaba a los exportadores. La Primera Guerra interrumpió la convertibilidad en casi todos los países. La Argentina no fue la excepción. Como la guerra no sólo detuvo la entrada de capitales, sino que obligó al país a pagar con oro los déficit comerciales, se inició un período depresivo. En agosto de 1914, para evitar que siguiera saliendo oro del país, se abandonó la convertibilidad, criterio que se extendió hasta 1927.Fueron años deflacionarios, en especial 1921/22, por una caída en los precios internacionales agropecuarios. En esos años los precios internos cayeron el 30%.En 1924 comenzó una recuperación por una tonificación de los precios internacionales y el ingreso de capitales. Nuevamente el peso comenzó a apreciarse, lo que perjudicaba a los exportadores. En agosto de 1927, el Gobierno restableció la convertibilidad a razón de 44 centavos oro por cada peso moneda nacional. Fue algo efímero: con los primeros síntomas de la nueva crisis mundial que se insinuaba, y ante la creciente pérdida de las reservas en oro, la convertibilidad fue suprimida en diciembre de 1929. Lo que pocos se imaginaban entonces era que sucumbía el propio patrón oro: la economía mundial ingresaba en la Gran Depresión.Nuevamente la deflación hacía estragos y transformaba la recesión en depresión. El costo de vida cayó el 13,9% en 1931, un 10,3% en 1932 y otro 11,3% en 1933. Los salarios bajaron aún más. La desocupación trepó al 28% de la fuerza laboral.El mundo reclamaba salir de la depresión por medio de una fuerte intervención del Estado que impulsara el consumo con gastos e inversiones, aun a costa de un poco de inflación. En 1935 la Argentina decidió poner fin a la Caja de Conversión y creó el Banco Central.Fueron años de baja inflación. Pero después de la guerra, con la tonificación de los precios internacionales, hubo un impulso inflacionario, pero con índices de precios del orden del 10 al 20% anual. Números récordLa barrera de la inflación de dos dígitos se quebró en 1959, inmediatamente después de la maxidevaluación de fines de 1958. Nuevamente, en 1975, la maxidevaluación llevó la inflación a las nubes y a más de una década de alta inflación. Y en 1989 se quebró la barrera de los tres dígitos: la inflación de ese año superó el 3.000% y en 1990, más del 2.000%.A partir de ahí es historia reciente: luego de ensayar distintas recetas, de congelar los depósitos y títulos públicos (Plan Bonex) y de un nuevo rebrote hiperinflacionario, se volvió a la convertibilidad, aunque ahora con el dólar, fijándose la relación en 1 a 1.La convertibilidad se vio beneficiada por una baja en la tasa de interés internacional, el vuelco masivo de capitales hacia las naciones emergentes, todo esto apuntalado por las privatizaciones. Con la crisis financiera internacional, la superproducción en varias ramas industriales y la cadena de devaluaciones asiáticas y algunas latinoamericanas, nuevamente reapareció la deflación y sus causas: recesión, contracción del comercio, desempleo.
www.clarin.com/diario/1999/08/25/o-02210d.htm

Así, entonces, vemos que en la década del 90 teníamos:

Deflación (aprox 0,5 % mensual)
Alto desempleo ( 14 % en promedio)

En la década del 80, por el contrario, teníamos:
Inflación (aprox. 3000% anual)
Pleno empleo (1 ó 2 % de desocupados)

Nuestra economía se condice con la teoría de Phillips, hay que elegir uno de los dos males (inflación o desempleo), .......... pero si miramos de nuevo el Gráfico:




Observamos un desplazamiento en la curva, la misma mantiene la relación, pero se eleva a mayores índices (aumentan al mismo tiempo la inflación y el desempleo)... esto se llama:

Estanflación

Es un período en el cual el efecto devaluatorio deja de ser un estímulo a la economía, y por diferentes razones (crisis internacional, etc.) se produce un estancamiento – desempleo- con inflación, de manera que las economías pasan a tener los dos males (la inflación y el desempleo) ... a ver si estas noticias les suenan:

miércoles, 4 de febrero de 2009

Emprendedores: la crisis como plataforma de despegue




La avalancha de noticias negativas que monopoliza la agenda económica actual no deja tiempo para respiros. La crisis mundial generó en pocos meses un círculo vicioso donde los consumidores no compran, los empresarios no contratan y los bancos no prestan o si lo hacen, a tasas inaccesibles.

El «wait and see» está a la orden del día, y todos esperan que pase el tiempo para decidir inversiones o lanzar nuevos proyectos. Pero aún en medio del terremoto global, o tal vez como consecuencia del reacomodamiento de las piezas de este rompecabezas, aparecen nuevas posibilidades de negocios antes impensadas.

Creatividad e innovación son las palabras de ocasión para capear el mal momento. Con la crisis del sector financiero y sus repercusiones en la economía real llegó la hora de cambiar la manera de pensar las relaciones laborales y desarrollar emprendimientos con poca estructura y mucha tecnología o «savoir-faire».

Por la fuerza de los hechos o por simple transición generacional, la forma de producir del siglo XXI se diferenciará, y mucho del modelo nacido bajo los años de la industrialización.

La crisis como oportunidad

Como reacción psicológica básica para sentir alivio frente a la adversidad, los consejos que circulan en tiempos de crisis siempre tienen que ver con encontrar lo bueno aún en medio de circunstancias que parecen muy malas.

La larga experiencia argentina en ese sentido demostró además que muchas veces las coyunturas desfavorables sirven para depurar y permitir el nacimiento de emprendimientos novedosos impensados hasta poco tiempo antes.

Para el economista Eduardo Remolins, un primer nivel de análisis más superficial —aunque no por eso menos importante— es pensar en qué sentido la crisis puede convertirse en una oportunidad.

Frente al escenario complicado que plantea este año, con un tipo de cambio más alto, demanda planchada y crédito escaso y más caro, aparecen una serie de oportunidades vinculadas a resolver los problemas que la misma crisis genera.

Para el especialista, estos nichos pueden venir por ejemplo por el lado del reemplazo con producción local de productos importados que puedan desaparecer del mercado local o volverse demasiado caros por la diferencia cambiaria.

"Ya vimos esto en 2002/2003 en ciertos segmentos de la industria textil, y con mucho éxito (como los casos de Etiqueta Negra o Tortuga)", dijo.

En otro nivel de análisis más conceptual, Remolins consideró que esta crisis no es "una más" de las que cíclicamente aparecen, sino que podría convertirse en una especie de bisagra que cambie a fondo del mundo económico.

"Las instituciones y regulaciones económicas internacionales van a cambiar tanto que quizás no las reconozcamos. El liderazgo económico de Estados Unidos quedará bastante opacado por la solidez y dinámica china, que se suma a una Unión Europea siempre en expansión de socios".

Pero además de la modificación del tablero internacional, el economista resaltó los cambios que habrá en las motivaciones de los emprendedores para desarrollar una actividad determinada, tanto desde su visión de la actividad económica como de la conciencia de su papel que tengan y, por lo tanto, del tipo de negocios que elijan y las formas de llevarlos adelante".

Economía de monoempresas

Las nuevas formas de hacer negocios que surgirán cuando se despejen los nubarrones estarán fuertemente influenciadas por una manera diferente de ver las oportunidades por parte de los emprendedores.

"Ese cambio en la motivación interna de las personas es posiblemente el más significativo que va a presenciar el capitalismo, y es lo que erróneamente se interpreta hoy como apatía de los jóvenes".

Para Remolins, lo que el mundo adulto jerarquizado interpreta como una falta de ganas de la generación joven es en realidad la muestra de un recambio saludable que acompaña el nuevo diseño económico de la sociedad del conocimiento. "El empleado tradicional de 9 a 17 y el emprendedor convencional —ambicioso y tenaz—, van lentamente desapareciendo. Si se le presenta a un chico de 18 o 20 años un modelo de empleado-con-maletin-y-oficina-con-fotos-de-la-familia-en-el-escritorio, obviamente la respuesta va a ser la apatía," desgranó.

En su visión, esto marcará el tipo de economía predominante en los años por venir, donde habrá proliferación de "mono-empresas" o empresas individuales y las grandes multinacionales serán en parte plataformas desde las cuales esos emprendedores podrán actuar. Ya no sólo —según razonó Remolins— maximizando beneficios, sino también "siguiendo algún gusto, vocación o propósito, dentro de un marco de valores distinto y creando relaciones de colaboración, no adversariales".

Esto llevará a que las mismas empresas cambien su manera de relacionarse con sus pares, con sus comunidades o con el medio ambiente.

"En un país tan económicamente caótico como el nuestro, esto se intensifica. Por unos años vamos a ver una economía desordenada en lo macro e increíblemente creativa e independiente en lo micro", vaticinó.

Para Remolins, lo que se volverá obsoleto es el concepto de trabajo tal como lo entendemos hoy: "debajo del cambio institucional hay un cambio en las perspectivas, valores y mentalidad de las sociedades. Cambiamos cuando nació la industrialización y el capitalismo moderno, y estamos cambiando ahora. La crisis muestra y magnifica los aspectos negativos del ordenamiento económico actual: la maximización de las ganancias con independencia del valor que se crea, el daño al medio ambiente y las relaciones adversariales que haya que crear con empleados o competidores. En otras palabras: la codicia. Es la cara fea del capitalismo del siglo XX", graficó.

Nuevos nichos para explotar

Pasado el tendal que deje la crisis, o aún en medio de ella, nuevos espacios se abren para quienes se animen a emprender negocios de manera diferente. La necesaria reducción de costos que tendrán que aplicar las empresas, más las posibilidades que ofrece la tecnología ?por ejemplo con la desaparición de la oficina como espacio físico para el trabajo-, marcarán el camino de los estos desarrollos. Remolins acentuó el papel preponderante que tendrá Internet y las tecnologías de la información, las "llaves maestras" del modo de producción post-industrial. "Vamos hacia un mundo en donde el 80 por ciento del valor que se crea es intangible (información, conocimiento, expresiones artísticas), y el precio de generar y transmitir la información y el conocimiento cae verticalmente", puntualizó.

En el mismo sentido, aseguró que las formas de organizar la producción se alejarán cada vez más de la tradición industrialista a favor del trabajo colaborativo y en red de decenas o decenas de miles de individuos "que ni siquiera necesitan conocerse personalmente".

"La Web 2.0, las redes sociales, el software de código abierto y el "crowdsourcing" son ejemplos de estas formas de producción". Aparece allí el concepto de "lo gratis", ya instalado como modelo comercial.

"Ya no regalamos como muestras gratis el 10 por ciento de nuestros productos para que los clientes los conozcan y nos compren el 90 por ciento restante. Ahora regalamos nuestros productos al 90 por ciento de nuestros clientes para que sólo un 10 por ciento nos compre algo. Esto se puede hacer porque el costo marginal de producción en un producto digital es cero o casi cero", especificó.

lunes, 2 de febrero de 2009

Deflación, la palabra que se pondrá de moda en 2009



El desplome en el precio de las principales materias primas y la caída en el gasto de los consumidores a nivel mundial podrían provocar un cuadro de baja generalizada de precios, algo que los gobiernos y los bancos centrales están combatiendo frontalmente.


Si el azote de la inflación fue la principal preocupación de la economía mundial hasta mediados de año, el cuadro ahora es diametralmente opuesto.
Con Estados Unidos y Europa entrando en recesión, y China perdiendo potencia, los precios de las materias primas se han desplomado en muy pocos meses, luego de haber alcanzado valores históricos. Un cuadro agravado por la caída del otrora exuberante mercado inmobiliario (en especial estadounidense), erosionando así la riqueza de los consumidores. Resultado: en muy pocos meses los índices inflacionarios han retrocedido de manera asombrosa, y lo más seguro es que el proceso continúe por un buen tiempo.
Un informe de JP Morgan indica que si en el segundo trimestre de 2008 el promedio mundial de inflación llegó a 6,2%, para el mismo período del próximo año podría retroceder a 2,6%.
¿De qué se trata?
Sin embargo, detrás de esta caída en los precios -algo que en principio podría beneficiar a los consumidores- parece esconderse un fenómeno de escasa ocurrencia en la historia económica, pero con consecuencias potencialmente muy nocivas.
Se trata de la deflación, un fenómeno que, según adelantan los expertos, se pondrá de “moda” en 2009, el cual se caracteriza por una caída generalizada de los precios en la economía, ocasionada por una fuerte baja en la demanda. Recesión y deflación son dos conceptos que al parecer podrían darse la mano en 2009, lo que crea un cuadro particularmente complejo para los gobiernos, los bancos centrales y, por supuesto, para los consumidores en general.
“A partir de julio de este año la fuerza deflacionaria ha sido muy importante, donde hemos visto caídas muy fuertes en las materias primas. La inflación ya no es el peligro. El mundo está entrando en deflación y la gente no se ha percatado de esto”, diagnostica desde EE.UU. Claudio Loser, ex economista jefe de la zona occidental del FMI.
José Manuel Silva, director de inversiones de Larraín Vial Administradora General de Fondos, también concuerda en el diagnóstico. “Así como en otros períodos de la historia ha habido deflaciones buenas, donde la caída de los precios se produjo por mejoras en la productividad, como en el siglo XIX, con la Revolución Industrial, ahora todo indica que viene una deflación mala”, señala. Silva pronostica que la inflación mundial estará bajo el 3% en 2009, y el mercado seguirá muy de cerca a aquellas empresas que presenten altos niveles de endeudamiento. “La deflación en general provoca una caída en las ventas de las empresas. Además, genera presión en las entidades muy endeudadas, ya que los ingresos caen, pero las deudas se mantienen constantes”.
Los economistas intentan descifrar el nuevo fenómeno, y no hay consenso respecto de cuán grave puede llegar a ser. Uno de los pronósticos más sombríos lo entregó RGE Monitor (cuyo director es el influyente economista Nouriel Roubini). Allí se pronostica para el mundo una deflación en los activos, materias primas, salarios y crecimiento. Más aún: “En el corto plazo la están-deflación (es decir, estancamiento y deflación) parece ser el escenario más probable para la economía mundial”.
Estados Unidos ya registró en el tercer trimestre cifras negativas de crecimiento (-0,3%), que si bien estuvo por debajo de lo que esperaba el mercado (-0,5%), inquieta que el gasto de los consumidores, que en EE.UU. representa más de dos tercios del PIB, cayera en ese período 3,1%, la primera disminución en 17 años y la mayor ocurrida en 28 años.
Un escenario no muy distinto se vive también en las principales economías europeas, donde el consumo también se ha restringido.
En baja
Para el segundo trimestre de 2009, la inflación mundial podría caer a sólo 2,6%.

Acá pongo un breve audio de que significa la inflación y un análisis a cargo del economista Venezolano Maxim Ross en una entrevista para RFI, el enlace haciendo click aquí.

domingo, 1 de febrero de 2009

Petróleo, persiste la volatilidad

Petróleo, persiste la volatilidad

El precio del crudo se encuentra encajonado en un rango lateral volátil entre la resistencia de 50 dólares y el soporte en 37,3, presionado por un lado por los recortes de producción por parte de los países de la OPEP, empeñados en un precio mínimo de 50 dólares/barril y de otro por los incrementos de las reservas que, según datos de la EIA, se han visto incrementadas en más de 44 millones de barriles en los últimos cuatro meses, lo que supone el mayor aumento en un periodo similar desde 1990 y en lo que parece ser una maniobra de acumulación de las refinerías aprovechando las bajadas del precio.

Por lo que se refiere al análisis técnico, en el largo plazo, tras una fase lateral bajista, el alcance de los 10, minimos de 1.986, propicia una figura de cambio de tendencia, del tipo doble suelo en 1.999.

Las cotizaciones pasan a moverse a lo largo de una tendencia alcista canalizada, con base directriz que se proyecta en los 60$ y techo en 94. En 2.007, tras corregir hasta el contacto con la directriz alcista en los 50, retoma el impulso acelerando aun más la tendencia, en una nueva onda canalizada de fuerte pendiente, guiada por una directriz que se proyecta actualmente en los 120$, ya perdida.

En el medio plazo, los precios encuentran obstáculos en la zona de 145-147$, dibujando una figura de agotamiento del tipo doble techo, que se confirma con la ruptura de la base del movimiento lateral en 135 y da lugar a una severa corrección, que discurre lo largo de un canal bajista de fuerte pendiente, perforado al alza.

En la caída ha perdido la directriz alcista acelerada, el 100% del impulso alcista previo y el 61,8% de todo el impulso alcista desde el 99, así como la media de 200 sesiones tanto en diario como en semanal, así como la base del canal alcista, empeorando notablemente su aspecto técnico. La tendencia es bajista en todos los plazos.

En el medio plazo, tras un intento de recuperación con apoyo en el soporte y techo del canal alcista en los 90, encuentra obstáculos en la resistencia de los 110$ y directriz acelerada, resistencia dinámica, que rechaza los precios.

Da paso a otro impulso bajista de mayor pendiente, que tras apoyarse momentáneamente en la base del canal, continúa la onda bajista y deja sucesivos máximos decrecientes confirmando la tendencia bajista.

En el corto plazo, encuentra apoyos en el soporte relevante de los 37,5$ desde donde se impulsa en pull back hacia la resistencia de los 50$, para pasar a moverse en un rango lateral bajista muy volátil entre esa resistencia y el soporte en 37,5 con extensión hasta los 33 $, directriz de largo plazo y soporte dinámico.

Los indicadores se encuentran bajistas, con el oscilador de momento, acercándose a zona neutra, avanzando la posible de continuidad en las caídas.

El oscilador estocástico da señal de venta al cruzar a su media girando a la baja, mientras que el RSI se muestra bajista, incapaz de superar la zona neutra, dando ambos fe de una mayor presión de las fuerzas vendedoras e indicando la posibilidad de continuidad en las caídas.

A corto plazo el sesgo del índice será bajista y no observaremos ninguna mejoría técnica, mientras no veamos precios por encima de 50, máximos de impulso precedentes, si bien el aspecto del índice a medio largo plazo seguirá siendo negativo mientras se encuentre cotizando por debajo de los 110$.

Se puede estar vendido a corto y medio plazo, siempre que los precios estén por debajo de 50, a cuya perforación más unas décimas situaríamos el stop, y largos a la superación de dicho nivel. Operaciones largas abiertas situarían un stop a la perdida de los 33 $.

Operativas intradiarias para el futuro de hoy (contrato de marzo), preferentemente cortas por debajo de 43,2 con objetivos en 40,3 y 39 y en caso de superación de 43,2, se podrían abrir largas con objetivos en 43,83 y 44,15. Algún rebote hacia la zona de 42,6 es posible.


¿Cinco millones de parados para 2010?

¿Cinco millones de parados para 2010?

Cuatro millones de desocupados es la barrera, el límite máximo que contempla el Gobierno como consecuencia de la crisis que azota al país. Con los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), que cifra en 3,2 millones los afectados por esa lacra a finales de diciembre, ese volumen elevaría la tasa de paro al 17,3%, 3,4 puntos por encima del nivel con que acabó el pasado ejercicio. Para muchos expertos esa estimación es muy optimista. Algunos vaticinan ya tasas superiores al 20% y cerca de cinco millones de desempleados en 2010.

En el último año, el paro ha crecido en 1,28 millones personas y se han perdido de forma paralela 620.000 puestos. Se trata de un ritmo de deterioro desconocido hasta ahora, que ha hecho empeorar los diagnósticos sobre el futuro.
El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, defiende que no se llegará a los cuatro millones de desempleados. Es una cantidad que, de alcanzarse, sería la más alta de la historia de España –el récord anterior data del primer trimestre de 1994, con 3,93 millones–, pero la proporción sobre la población activa estaría aún muy alejada del 24,55% alcanzado en esa fecha.

A la cabeza de Europa

Con un nivel de paro que se encuentra a la cabeza de Europa, la evolución del mercado laboral de los próximos meses pondrá a prueba la solidez lograda por la economía española durante la reciente etapa de bonanza, de la que han alardeado el Gobierno y otras instituciones. Además, aclarará si los mensajes que lanza el Ejecutivo tienen por objeto no alarmar a la sociedad o, sencillamente, se equivoca en sus estimaciones, como ha sucedido repetidamente con la crisis.

Desde hace unas semanas, han comenzado a oírse voces que apuntan que las previsiones más pesimistas manejadas hasta ahora sobre el paro por Administración –3,7 millones de parados es la última del vicepresidente Pedro Solbes para finales de 2009– se verán desbordadas bien este año, bien el próximo.
Así, instituciones como Funcas (la fundación de las cajas de ahorro) y la Comisión Europea (18,7% de paro para 2010), el sindicato CC OO y otros expertos dan por seguro que a finales de este ejercicio los cuatro millones de desempleados serán una realidad.
Incluso hay quien pronostica tasas del 20% o superiores para dentro de un año, lo que equivaldría a casi cinco millones de desocupados.

Fernando Lezcano, portavoz de CC OO, advierte de que, al ritmo actual, en septiembre se habrán alcanzado los cuatro millones. Para más adelante elude hacer cálculos, para no ser tachado de alarmista. El plan del Gobierno para los ayuntamientos, 8.000 millones de inversión en obras públicas, puede amortiguar esa tendencia, a su juicio, aunque alerta de que «el ritmo de subida es muy fuerte».

Finales de 2010

Ángel Laborda, director de Coyuntura Económica de Funcas, señala que en las nuevas estimaciones que elabora este organismo la hipótesis más favorable es que el paro se encuentre a finales de 2010 un poco por encima del 20%, lo que equivale a rozar los cinco millones de desempleados; es decir, 1,8 más que en la actualidad.

Para entonces, precisa Laborda, la economía habrá vuelto a crecer, pero necesitará tasas de expansión superiores al 2% para crear puestos de trabajo y reducir el desempleo. El aumento, añade, se deberá tanto a la destrucción de empleo como al aumento de la población activa.

Así ha sucedido ya en 2008, cuando se destruyeron 620.000 ocupaciones y se incorporaron al mercado laboral 660.000 personas. Para dentro de dos años, la población activa crecerá sólo a un ritmo del 0,6%, frente al 3% del pasado ejercicio, estima Laborda.
En esta ralentización deben jugar un papel importante los inmigrantes, que es de suponer, añade, que frenarán su desembarco en España ante la mala situación de la economía. En 2008, más de la mitad del incremento –371.000 personas– fueron extranjeros.
Esa situación no se da en otros países de Europa, donde el crecimiento de la población es menor, explica Laborda. Y si a ello se añade la crisis añadida del sector del ladrillo, no padecida por los socios de la UE, tendremos un cóctel que explica por qué el desempleo crece a mucha más velocidad en España que entre sus socios comunitarios.

Federico Durán, ex presidente del Consejo Económico y Social y en la actualidad miembro del despacho de abogados Garrigues, cree que la «velocidad» de la crisis en España se debe a dos causas: la existencia de circunstancias específicas añadidas a la crisis financiera internacional –la burbuja inmobiliaria– y que «durante los años de bonanza no se han realizado reformas estructurales significativas». Esa es la causa de que el empleo sea «poco sólido» y de que se utilice como «mecanismo de ajuste» por las empresas. No se atreve a vaticinar hasta dónde escalará el paro, pero sí da por descontado que se superarán los cuatro millones de desocupados.

El director de Coyuntura de Funcas no se cree que con una recesión como la conocida este miércoles –la actividad cayó un 1,1% en el pasado trimestre– se pueda destruir tanto empleo. En su opinión, el deterioro de la economía es mayor, y atribuye su discrepancia con las estimaciones del Banco de España a que el sistema de medición «tiende a suavizar los ciclos» de la economía, tanto al alza como a la baja.

Papel de los inmigrantes

El papel de la población inmigrante en el aumento del paro está siendo muy importante. Aunque este colectivo no ha perdido empleo en el último año, ha visto aumentar en 372.000 su cifra de desocupados, hasta una tasa superior al 21%. Pero las dificultades deben ser muy serias para ellos, porque están cayendo de forma masiva en la economía sumergida. Ya son más 900.000 los extranjeros que trabajan y no cotizan a la Seguridad Social, dos tercios del total de las personas que en España se encuentran en esa situación irregular.

Durán cree que esta actividad sumergida es una «válvula de escape inevitable» ante una presión fiscal «alta» y un «exceso de regulación», que tienen como telón de fondo la inflación en los servicios y la deflación en otros sectores, lo que en su opinión constituye una «situación letal para la economía».

La incorporación de la mujer al trabajo ha revolucionado también en la última década el mercado laboral. Hasta el punto de que ha duplicado su presencia y ha acercado su tasa de actividad a la media europea, con un 61,4% frente al 63,4% (población de 15 a 64 años), cuando en 1994 la diferencia era de seis puntos, según datos de Eurostat.

Como ejemplo de la nueva situación, el pasado año las mujeres ganaron 36.400 ocupaciones, mientras los hombres perdieron 656.500. Y desde 1994, año en que comenzó a salirse de la última crisis, las mujeres han logrado casi 4,5 millones de empleos más.
De llegarse al 24,55% de desempleo, como en la última crisis, estaríamos hablando de un mínimo de 5,66 millones de parados. Ni las más pesimistas previsiones contemplan, por el momento, un escenario de ese tipo, a partir del cual la sociedad española entraría en terreno inexplorado, e implicaría consecuencias políticas, económicas y hasta culturales imprevisibles.

Entre los efectos previsibles, y sin llegar a ese nivel, el fuerte crecimiento del desempleo elevará la agitación social. Favorecerá una fuerte caída del consumo de los hogares, que será una rémora para la recuperación económica, y forzará un incremento del gasto social, que complicará el ya de por sí fuerte desequilibrio de las cuentas públicas.

Margen de cobertura
Valeriano Gómez, ex secretario de Empleo y profesor en la actualidad en la Fundación Ortega y Gasset, cree que la experiencia de la crisis de los noventa permite aventurar que hay aún un amplio margen para la cobertura de los parados, que podría llegar sin problemas a los tres millones de personas frente a los 2,2 millones de ahora; a partir de ahí sería difícil mantener este sistema de protección social, señala.

Para Federico Durán, las prestaciones por desempleo no van peligrar porque ningún Gobierno quiere «un estallido social», pero alerta de que sí hay riesgo sobre otros elementos de estabilidad macroeconómica, por lo que aboga por «reformas significativas», entre otras las del mercado laboral. «Lo pernicioso es la inactividad, y creo que es absoluta en el caso de los poderes públicos y los agentes sociales», denuncia.

En cualquier caso, los conflictos y el «drama social» del paro ya están ahí, recuerda Fernando Lezcano, quien hace hincapié en las movilizaciones desatadas por los casos de Nissan, Renault y otras empresas, que han llegado a tener ámbito de comunidad autónoma. Para evitar que la cosas empeoren habría que «inyectar nuevos recursos», propone, y «ampliar la cobertura», para que la gente no se quede «desnuda, con una mano delante y otra detrás».

¿Cuál será el suelo de esta crisis?, se preguntan expertos y ciudadanos. Una mirada a lo ocurrido en el pasado puede dar alguna pista. En lo que a destrucción de empleo se refiere, la economía española ha sufrido en las últimas décadas periodos mucho más duros, para al final resurgir con fuerza sobre sus ruinas. Por ejemplo, entre 1976 (datos más antiguos del Instituto Nacional de Estadística) y 1985 se detruyeron casi dos millones de ocupaciones y el paro creció en 2,4 millones de personas. Habría que esperar hasta finales de 1989 –doce años más tarde– para recuperar el volumen de empleo que había aquel año. Eran otros tiempos, en los que la Transición política impidió meter el bisturí a una economía renqueante y herida de gravedad por las primeras crisis del petróleo.
La recesión de los 90 también tuvo consecuencias importantes sobre la ocupación, que cayó en más de un millón de personas a lo largo de dos años y medio. El periodo de retroceso, como puede observarse, fue mucho más corto, gracias a una economía que contó con fuertes ayudas comunitarias para infraestructuras y que estaba inmersa en un proceso de rápida internacionalización en un entorno de países europeos en crecimiento. En esta ocasión, el nivel de empleo perdido en 1991 –13.120.200 ocupados– se recuperó en menos de seis años, en el primer trimestre de 1991.

Basándose en estas cifras y partiendo del análisis de la burbuja del ladrillo, Valeriano Gómez piensa que aún se perderán entre 500.000 y 600.000 empleos más –la mitad en la construcción– «si actúa la política pública» y frena posibles nuevos ajustes. Todo ello elevaría la cifra de paro hasta el entorno de los cuatro millones si se le añaden los incrementos de la población activa, que deben ser menores en el futuro, asegura.